sábado, 30 de mayo de 2009

raúl

Raúl Castro Pérez, cuenta ya con dos años y medio, le encanta trastear con la Nintendo DS de sus tias, dormir largas siestas, las golosinas y huevos Kinder que mi madre le da cuando viene a vernos, ver los conocidos "cantajuegos" y nuestras pequeñas sesiones en youtube viendo a "Pocoyo", lo que hace que cuando me ve, ya se marque esa pequeña sonrisa de complicidad para que me lo lleve.

Es el último eslabón de los Pérez, hijo de la segunda hija del primer hijo de mis abuelos... aún le cuesta arrancar a hablar aunque se comunica a la perfección, todavia no quiere dar besos pero es tan chulo que pone la cara para que se lo des tu mismo.

Mi abuela supo de él cuando mi prima lo llevaba en su interior, pero nunca llegó a conocerlo, pronto dejará de ser el último eslabón-Pérez, para finales de verano tendrá que compartir este título con dos primitos más que se unen a la familia... La familia crece.

martes, 26 de mayo de 2009

tri-pérez

No se trata de un partido político, ni mucho menos, tri-pérez nace el 25 de octubre del pasado año, ese día fue la primera reunión para plantearnos que hacer con "La importancia de llamarse Pérez", surgieron muchas ideas, recopilamos bastante información, charlamos, nos conocimos un poco más entre nosotros y sobre todo se creó algo estupendo "tri-perez", asi nos denominamos, resulta gracioso como un apellido puede unir tanto...

Desde entonces cada vez que quedamos para hacer algo referente a esto, o simplemente queremos vernos, quedamos en el mismo lugar, el cual no diré su nombre, solo puedo decir que es un sitio muy comercial donde se puede tomar café, ahora para mí es un sitio especial y con magia, recuerdo cada uno de los momentos que hemos pasado allí y me encanta pasar por su puerta, mirar por los grandes ventanales y ver como la gente toma un café o refrigerio como lo haciamos nosotros cuando hablamos de lo importante que es llamarse Pérez.


lunes, 25 de mayo de 2009

mi bonsai genealógico...

Mi abuelo y mi padre en Valencia...


... mi sobri-primo Raúl y yo


... unas fotos perez-iosass

lunes, 18 de mayo de 2009

la importancia...

“¿y tu de quien eres?” típica pregunta que últimamente estoy acostumbrado a oír cuando voy a mi pueblo, mis largas ausencias, y que ya no soy el chiquillo que correteaba por los barrios hace desubicar a la gente… “pues yo soy nieto de Quintín”. Quintín Pérez… ahí es a lo mas lejos que puedo, y quiero, llegar en mi árbol genealógico para explicaros el porque de mi apellido. Cuando respondo a la gente con esto enseguida se oye un largo “aaaaaaaahhhh” a lo que sigue la pregunta de… “¿y de cual de los tres eres hijo?”... Mis abuelos tuvieron cuatro hijos, de los cuales yo soy segundo y último hijo del tercer hijo de mis abuelos…. ¡¡¡Un lío!!!!.

Archi-conocido en el pueblo, un rabo de lagartija, de estatura mas bien baja (genes que no he heredado), no paraba quieto en ningún sitio, le daba igual ir solo a cualquier parte, hablaría con cualquiera, no tenía ningún tipo de prejuicios, le encantaba el campo, llevaba siempre un bastón que no le hacia ninguna falta, yo creo que lo llevaba para chulear como buen madrileño, le encantaba ir a los “Madriles”, cualquier excusa era buena, no había calle de Madrid que no conociera… y por supuesto, era un abuelo de los de antes, de los de la guerra….

La verdad es que siempre le he dado mas importancia a mi segundo apellido, “Matey”, poco común y difícil de encontrar, mi relación con los Matey siempre ha sido más cercana, familiar y un largo etc. que con los Pérez, lo que no quiere decir que deje de lado a mi familia Pérez, pero si hay una diferencia. Además, en nuestra familia el apellido Matey se pierde, mis abuelos maternos tuvieron tres hijas, de las cuales yo soy segundo y último hijo de la segunda hija de mis abuelos… lo que hace posicionar el apellido en segundo lugar para todos los hijos de las hijas de mis abuelos….

De pequeño siempre decía que cuando fuese mayor me lo cambiaría, pondría delante Matey del Pérez, así, si algún día tenía descendencia seguiría el “Matey”, sin contar claro, que tuviera una niña. Todavía no he debido hacerme lo suficientemente mayor, porque sigo con Pérez delante de Matey. De momento le rindo mi pequeño tributo y cuando firmo algún dibujo, algún comentario, o lo que sea, hasta cuando es algo de trámite legal se refleja bien el “Matey”.

Ahora que ya sabéis cuales son mis apellidos “Pérez Matey” podréis comprobar que Pérez es mas tradicional, fácil de recordar, común… ¿quien no conoce a alguien que se apellide Pérez?… pero ¿Matey?, es raro encontrárselo, y el apellido en si, yo diría que es elegante, diferente, incluso algunos lo califican de artístico. Esa misma mezcla podría definirme a mi, algo tradicional con un punto diferente…

Este año le he sumado un punto positivo, o dos, al apellido Pérez... cosas del destino, de la casualidad, de porque sí, nos hemos juntado para este trabajo tres personas que nos apellidamos Pérez ¡¡increíble pero cierto!! si lo hacemos aposta no nos sale… de ahí el nombre de este trabajo, hemos tomado prestado el nombre de la obra de teatro “La importancia de llamarse Ernesto” de Oscar Wilde y le hemos dado nuestro pequeño toque. Aprovecho para invitaros a leer esta obra, yo lo he hecho… cuando lo hayais leido respondedme a esta pregunta… ¿quién no se ha bumburizado alguna vez?.